Que Alicante es tierra rica en acentos y hablares es un hecho consabido. En nuestra provincia han convivido históricamente castellano y valenciano en pacífica co-existencia, trifulcas políticas aparte, enriqueciendo ambos con multitud de términos y variantes idiomáticas autóctonas.
Derivaciones tales como el alacantí – dialecto vernáculo de l’Horta d’Alacant – o los marcados acentos de origen mallorquín en la sierra costera del norte de la provincia (Callosa d’Ensarriá, Tárbena, Confrides…) o de origen catalán (Foia de Castalla y Alcoy) forman parte de nuestra cultura y tienen un firme arraigo antropológico en nuestra historia.
Una de estas derivaciones tiene su lugar natural en la comarca de la Vega Baja – huertica, como allí se dice -. Profundamente influenciado por el dialecto murciano, se trata de un habla popular que, alejado de academicismos y arqueologías bibliográficas, tuvo su origen en y por sus gentes, transmitiéndose de forma oral entre generaciones junto con el resto de su arraigo cultural y tradiciones históricas – gastronomía, canciones, chascarrillos, fiestas, leyendas…-. Por indicación expresa de la fuentes en las que nos hemos inspirado, evitamos expresamente utilizar el término «panocho«, que en esta tierra es un adjetivo peyorativo, tal y como perciben los franceses el término «gabacho«, por poner un ejemplo entendible para todos.
Es nuestro afán por dar testimonio de la riqueza cultural que tenemos en nuestra provincia, y el eco que ésta tiene en nuestro lenguaje. Y, dado que, como comúnmente se dice, para muestra, un retal, os traemos un curioso, divertido e interesante ejemplo extraído de una narración popular redactado por José María Cecilia Rocamora, miembro de la Asociación de Investigadores Locales de Catral, en el que se recogen muchas y variadas expresiones y acepciones propias del hablar de nuestros paisanos del sur.
CON OTRO ASENTO
«Amigos toos, Un servior vie dende Catral, “Poerta la Vega Baja” y roal ande las destinsiones del antiguo hablar e sus gúertanos son prensipalmente tres:
- Primera: el siseo, que se trata que la lletra S tie tanta juersa qu´n jamás premite que se sienta ni a la Ç ni a la Çeta.
- Sigunda: los delustraos le isen sinalefa a lo que´s una jalaúra e las lletras a, e, i, o, u u, cuando s´arrejuntan dos, saliendo siempre la e, la más prejudicá.
- Tersera: está´s la más defísil d´explicaúra, y es que la S, cuando sal´alante d´otras que no sean a, e, i, o, u u, pos pae que se sufoque u le falte sangre p´haserlo como´s debío. Un suponer, lo que bien dicho se iría ESPAÑA, nusotros esimos EsPAÑA.
Y´en dispués e too´sto, a lo que famos, sus leo mi pasaje que´ntitulo: ¡Qué viajesico!»
A continuación, dejamos el texto íntegro de este curioso relato a disposición de quien desee leerlo: Qué viajesico

Vecinos de la Vega Baja (fuente: blog http://www.almoradi1829.blogspot.com. )
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